Esta situación generó que los estudiantes tuvieran que salir de la escuela a realizar sus necesidades fisiológicas en los baños de los vecinos y en la propia vía pública, ya que los registros de los sanitarios se taparon.

Los padres de familia informaron que “el olor que se produjo fue muy desagradable y muy penetrante”; asimismo, fueron ellos los que tuvieron que realizar la suspensión de clases, ya que ni los directores ni los maestros –tanto del turno matutino como del vespertino– pudieron tomar esta decisión, a pesar de las condiciones insalubres en las que se encontraban.

Por ello, padres de familia hicieron el llamado a las autoridades municipales y estatales de Educación para que atiendan la rehabilitación de los sanitarios, ya que se han convertido en un verdadero foco de infección para la comunidad estudiantil.