Fernando Bahena Vera, secretario ejecutivo de la dependencia estatal, reconoció que conoce del proyecto, su alcance y su eventual afectación al ambiente.

“Estamos observando que se cumpla con la normatividad ecológica, particularmente en el tema de impacto ambiental que es lo que nos corresponde a nosotros. Es un estudio de impacto ambiental el que tienen que presentar todas las empresas que desarrollan cualquier proyecto; la CEAMA lo revisa, analiza que cumpla con esa normatividad y en su caso emite una serie de medidas que puedan mitigar el daño al medio ambiente”.

Aclaró que el municipio también tiene responsabilidad al autorizar la edificación. “Las licencias de construcción, de funcionamiento de cualquier desarrollo las dan los Ayuntamientos. Hay una responsabilidad compartida. La CEAMA hace una revisión muy detallada en un comité profesional que está compuesto también por sectores de la sociedad civil y con ello lo que logramos y aseguramos es que sean proyectos que independientemente de que se desarrollen con estas características de amplitud, su pueda mitigar o aminorar el impacto ambiental que pudiera haber”.

- ¿Ya dio el visto bueno la CEAMA ahí?

- Entiendo que sí --respondió.

CERRO DE LA TORTUGA, EN ESPERA

Por otra parte y luego de varias semanas del anuncio de la pretensión de que el cerro de la Tortuga de Tetelpa sea declarado zona de reserva natural protegida, el titular de la CEAMA comentó que aún no se consigue este estatus.

“Tenemos varios temas (pendientes) pero esperaría que la consejería (jurídica, del gobierno del estado) nos pudiera dar el resolutivo antes de que termine el año, como lo ofrecimos”.

“El proceso sigue. Ahorita está en la consejería jurídica. El procedimiento es que una vez que la consejería se decida que este polígono es susceptible de ser reserva de área natural protegida, los particulares tienen derechos y puedan, en su caso, señalar no conveniente para ello el que sus predios queden dentro de esta reserva y así será. De todas maneras, es una declaratoria de área natural protegida, no obliga a ningún particular a adherirse propiamente al decreto. Sin embargo, se hacen esfuerzos para que una vez que sea declarada esta zona, existan proyectos de sustentabilidad, proyectos de inversión que permitan la no venta del suelo, que no se construyan ahí proyectos que puedan afectar al entorno.”