Como se recordará, por un incidente por el uso de las banquetas de la calle donde vive el presidente municipal, Ennio Pérez Amador, la noche del lunes, dos vecinos del alcalde fueron detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público por el presunto delito de resistencia a particulares y amenazas, mientras los familiares de los detenidos presentaron una denuncia penal en contra del munícipe por lesiones y abuso de autoridad.
Mario Bustamante Martínez y su hermana Verónica, de los mismos apellidos, afirmaron en entrevista que no sólo hubo abuso, sino tortura.
“Fui casi violado por elementos de la Policía Municipal debido a la orden que dictó el señor Ennio Pérez Amador. Un médico ya certificó eso. Los golpes que tengo, golpes en mis partes íntimas, son muy graves. Le hago un llamado al presidente de la República para que se respeten los Derechos Humanos.
“Estoy psicológicamente muy afectado todavía, porque jamás pensé que mi familia iba a ser vejada en la forma que ocurrió. Trataron de ahorcarme; me dieron golpes en todo el cuerpo y con un palo de escoba un policía me picó en la parte de atrás; me vendaron los ojos, desnudo, hincado y me torturaron en la forma que quisieron. Cuando me golpeaban me decían que iban a acabar con toda mi familia”, precisó.
Mostró un certificado médico de la clínica “Sofía” donde se documentan las lesiones.
Criticó que participaron más de 20 elementos en su detención.
Por su parte, Verónica Bustamante Martínez aseveró que por orden del alcalde, los policías los golpearon y los pusieron de rodillas para “pedirle perdón al presidente”.
“Nos dijo (el presidente) que no nos pasáramos de pendejos, que a él le teníamos que dar un respeto. Una policía, quien sé quién es, me golpeó y por ello tuve un sangrado de mis partes íntimas; me quitó la ropa, me desnudó delante de los que estaban ahí.”
Señaló que además la jalaron de los cabellos hasta donde pudieron y le dijeron que “no se pasara de pendeja con el presidente” y que no se metieran con él, porque si no “nos va a mandar matar”.
Negó tener “un problema personal” y por ello ser conflictiva con los vecinos, como lo declaró el munícipe.
“El presidente se molesta porque dice que yo no soy quién para darle órdenes, pero va uno a su casa a tocarle para que haga favor de meter o sacar su vehículo, eso es lo que le molesta.”
Ambos negaron haberlo llamado “narcotraficante y lavador de dinero”. Asimismo, expusieron que continuarán con la denuncia hasta obtener justicia e hicieron responsable al presidente municipal de Tlaltizapán, Ennio Pérez Amador, su hermano Elpidio y hasta el papá de los dos, de lo que les pudiera ocurrir a ellos y su familia.