Sedano Reynoso argumentó que esto se debe a un proceso natural de afectación, sin embargo enfatizó que se encuentran trabajando en ello: “Nuestro propósito es mantener la infraestructura educativa en óptimas condiciones para garantizar la seguridad y el bienestar de los alumnos”, dijo.
Aseguró que de los 60 planteles detectados con daños severos, de acuerdo con la supervisión realizada en meses anteriores, 46 definitivamente requieren de nuevas instalaciones eléctricas principalmente, tuberías de agua, puertas, ventanas, remodelación de aulas e incluso edificios nuevos completos, entre otras necesidades.
Así, reconoció que la calidad educativa no sólo requiere de buenos maestros, sino de ambientes cómodos, dignos y adecuados para que los alumnos aprendan, incluso de su entorno.
Aseguró que en breve estarán trabajando en las diferentes necesidades que presenta cada plantel a fin de resolver los problemas de infraestructura en materia de educación y sobre todo, garantizar un espacio digno y adecuado para que los alumnos reciban su formación educativa. “Este año tenemos contempladas a las 46 escuelas que presentan daños más graves, las cuales se atenderán de manera inmediata debido a su importancia”, destacó.
El funcionario estatal reconoció que cerca de 10 de estos planteles se sitúan en la región surponiente, los cuales serán atendidos en breve para garantizar la seguridad de los estudiantes.