La fiesta comenzó el pasado 15 de febrero, con el velorio de “Juan Carnaval”, y terminó este martes –aunque se extendió hasta el miércoles con el tradicional “brinco del chinelo”.
De acuerdo con testimonios del municipio, el carnaval en Tlaltizapán inició históricamente a finales de la Revolución, que tras el periodo de muerte, vino a ser un catalizador social para la población.
El “brinco del chinelo” se realiza a la manera tradicional: música de viento para que danzantes, ataviados con sombrero y trajes bordados, realicen el baile característico. Se usaban plumas de avestruz en el sombrero y una bata larga hasta el tobillo.
Lo que distingue a éste de otros carnavales, es que en Tlaltizapán la fiesta tiene una duración de una semana y finaliza con la despedida, que se efectúa a las cinco de la mañana del Miércoles de Ceniza.