Al margen de que seguramente alguien los asesoró para aprovechar la situación y obtener algún recurso adicional de un gobierno que está al punto del colapso financiero, por su mala administración, reveló también que el problema de la basura sigue siendo un pendiente de los municipios, a un año de concluir su administración.
Aunque el gobierno del estado ya tiene listo un relleno sanitario en el ejido de Jojutla, en el pueblo de El Higuerón, no se ha puesto en operación debido a la oposición de los habitantes de Ricardo Soto, donde un grupo de ciudadanos ha mantenido el rechazo, asegurando que se afectarán mantos freáticos, la flora y la fauna, y hasta los vestigios arqueológicos que presuntamente existen en el lugar.
Aunque especialistas han declarado la viabilidad del proyecto, los vecinos están empecinados en que el proyecto no entre en operación, por lo menos para los cinco municipios originalmente considerados (de los cuales ya sólo quedan dos).
Tlaltizapán y Puente de Ixtla se salieron del proyecto debido a que –aseguran– contarán con un relleno sanitario que les resultará más barato, mientras que Jojutla (donde se dice que la celda que se utiliza está ya por saturarse), Zacatepec (municipio al que en los últimos años se la ha incendiado el tirado) y Tlaquiltenango (que permanentemente tiene el problema de tener que sofocarlo, precisamente en Las Carpas) no han consolidado la manera en que operará el relleno sanitario regional.
La Comisión Estatal del Agua y Medio Ambiente, principal impulsora de la obra, confía en que entre en funciones antes de que termine su gestión; pero la verdad es que los vecinos de Ricardo Soto, como cualquier comunidad, no quieren la basura.
Al igual que en las plantas de tratamiento, se han invertido millones de pesos en la edificación, pero se ha invertido muy poco en la socialización. En hacer conciencia de que en algún lado se debe confinar la basura de un modo correcto y confiable. Decimos que no queremos la basura cerca de nuestras casas, pero la seguimos produciendo, quemando, contaminando. No tenemos la cultura de la separación… bueno, ya ni siquiera de ponerla en su lugar.
Es bien sabido que la quema de los basureros es un gravísimo problema de contaminación y generación del cambio climático. Los gobiernos municipales le han dedicado muy poco tiempo, espacio y esfuerzo al tema, dejando la tarea al gobierno del estado.
Y ya vienen las elecciones. Es probable que el partido en el poder, para evitar animadversión en las urnas, o que sea aprovechado por sus rivales políticos para golpearlo, no impulse el inicio de operaciones en el relleno sanitario de Jojutla, dejándolo para después de julio.
Mientras, la basura seguirá generándose –más aún con la propaganda electoral–, quemándose y volviéndose tema para que vecinos de las comunidades bloqueen accesos a los tiraderos y pidan una cuota por permitir el paso.