La mañana de ayer los inconformes cerraron la escuela, hasta donde llegó Bertha Ramírez Ocampo, supervisora escolar ocho de primarias, quien dialogó con los padres y madres.
Antes, Gabriel Mejía Jaimes, presidente del comité de padres de familia, habia explicado que la acción se debió a que desde hace ya algún tiempo se venían suscitando hechos violentos entre los estudiantes.
“Hay denuncias de abuso sexual, de amenazas de muerte, de golpes, de que traen cuchillos, etc”, dijo.
Consideró que el problema se deriva de que los grupos están sobresaturados y los maestros pierden el control, y la directora Victoria Julieta Dircio Martínez, no ha sabido poner orden.
En la reunión, madres acusaban a los niños y se acusaban mutuamente ante la supervisora, y pedían el cambio de directora. Cada una argumentaba su verdad. Algunas madres mencionaron que sus hijos/as han sido objeto de intento de abuso sexual.
Ramírez Ocampo explicó que la responsabilidad no sólo es de la directora, sino de todos los docentes de cada grupo.
Leyó a los padres la normatividad que especifica que es responsabilidad del personal docente de cuidar de la disciplina de los educandos.
“El acuerdo 96, en los artículos 18 y 36, establecen la organización y funcionamiento de las escuelas primarias; el articulo 18 dice que el personal docente debe cuidar de la disciplina de los educandos y el 36, que es responsabilidad directa del personal docente cuidar de los alumnos”.
Declaró que era menos del diez por ciento de padres que estaban en alguna situación de violencia y reconoció que existe un problema que debe atenderse con especialistas y con cada uno de los profesores.
Al final, los padres se negaron a liberar el plantel hasta que no destituyeran a la directora y aseguraron que montarían guardia en el lugar.
La supervisora expuso que ya dio parte a las autoridades educativas correspondientes y esperará respuesta.
Asimismo, comentó que el abogado del área jurídica, estuvo presente para tomar nota de la situación.