El tiradero, de carácter ejidal, que sirvió de basurero municipal a Tlaltizapán por más de 15 años, y que fue cerrado a principio del trienio pasado, cuando el gobierno de Joaquín Carpintero no llegó a ningún acuerdo con su propietario, contiene desechos a flor de tierra, que fueron los que se incendiaron.
Anuar Cárdenas Rueda, coordinador de seguridad pública municipal señaló que de acuerdo con versiones del encargado del basurero, el incendio fue provocado.
Reconoció que la basura fue confinada sin tratamiento alguno, por lo que se está tramitando el saneamiento del lugar, porque “aunque ya está cerrado, falta sanearlo, para que no se vuelva a dar esta situación”.
Señaló que para evitar riesgos, solicitaron apoyo a Tlaquiltenango, Zacatepec, Jojutla y Villa de Ayala para sofocar al cien por ciento el incendio.
Expuso que no había poblaciones cercanas a la redonda que pudieran ser afectadas con el humo y gracias al aire, el humo se estaba disipando.
Por su parte, Crispín Espinoza Olascoaga, encargado del predio, comentó que a pesar de saber que fue provocado, no presentarán denuncia porque no resuelve nada. “Hace seis años ocurrió lo mismo, levantamos el acta y no se dio con los culpables”.
Comentó que el actual gobierno tiene otro lugar donde depositar la basura, pero no descarta que en ese predio, de 10 hectáreas, pueda realizarse un relleno sanitario, aunque no ha habido ningún acercamiento con las autoridades municipales actuales
Confirmó que el último gobierno que enterró ahí sus desechos fue el de Abel Espín y cuando asumió el anterior, de Joaquín Carpintero, no hubo buena relación, por lo que se suspendió el convenio. “Ese presidente depositó como 50, 70 viajes de camiones de basura y ni tapó la basura que dejó ni vino a pagar”.