Desde la tarde de este lunes, los habitantes del citado conjunto habitacional se manifestaron en contra de la realización de la obra y pidieron modificar el trazo.
Gabriela Luna Torres, integrante del comité de la obra, explicó que en una reunión con la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente (CEAMA), a cargo del proyecto, el ayuntamiento y la comunidad acordaron que se seguiría el trazo que la población de la unidad aprobara.
Sin embargo, “el lunes ya estaban cortando el pavimento y ni siquiera había un trazo nuevo. Obviamente la gente se opuso a esto y paró la obra pidiendo que viniera CEAMA y se hiciera el trazo para ver por dónde iba a pasar, porque en primera instancia, en una asamblea, se pidió que pasara por el terraplén que está en la entrada de la unidad, de lado derecho del conjunto Villas de Tequesquitengo”.
Señaló que la respuesta fue que era incosteable, pero los vecinos quieren saber exactamente cuánto costaría, para saber si es más costoso que reencarpetar el camino, pues lo están abriendo.
“Quiero ser muy insistente, no estamos negados a la obra, sabemos que es un beneficio, lo que no queremos es la afectación a la unidad Morelos, y si va a existir esa afectación, que sea la menos posible”, enfatizó.
Al lugar llegaron representantes de CEAMA y del ayuntamiento local, con quienes acordó que la tarde de ayer se realizaría una revisión del trazo y posteriormente una reunión de colonos para intentar llegar a un acuerdo.
Por su parte, representantes de CEAMA explicaron que la obra, consistente en un colector de aguas negras que dará servicio a por lo menos cuatro colonias (Constitución del 57, El Arbolito, Nicolás Bravo, Buenavista y la Unidad Morelos), tiene un costo superior a seis millones de pesos y pretende trasladar las aguas residuales a la planta de tratamiento que se construye en la comunidad de Tlatenchi, en Jojutla.
Señalaron que este proyecto es parte del programa de saneamiento del río Apatlaco que actualmente realiza la dependencia.