La semana pasada, fueron los habitantes de Tehuixtla, municipio de Jojutla, quienes amagaron con bloqueo de autopistas ante la gravedad de los delitos que se están presentando en su comunidad. Incluso, justo en la mañana de una reunión para tratar el tema de la inseguridad, se robaron un camión cargado de leche, en pleno centro del poblado.
El viernes, fueron los vecinos de Tequesquitengo los que exigieron patrullajes en las escuelas por temor a que secuestren a los niños de la comunidad.
La región sur ha sido objeto de tantos hechos delictivos –y lo sigue siendo– que el miedo es una constante ya en la zona. Muchas personas han sido lastimadas, otras muchas más han cambiado patrones de vida e incluso emigrado de la región. El temor ha hecho que cualquier tipo de rumor sea creído como una verdad, sin siquiera comprobarse. Peor aún, reporteros o medios de comunicación, difunden información sin ningún rigor, sin confirmar fuentes o hechos, abonando más al ambiente de miedo. Vale tan sólo referir la información que “unonoticias” difundió el pasado 3 de mayo –paradójicamente, en el Día Internacional de la Libertad de Prensa–, de que había toque de queda en Tehuixtla, hecho totalmente falso, pero que más de uno creyó.
Pero mientras la llamada “delincuencia organizada” hace honor a su nombre, investigando a sus víctimas y evadiendo a la justicia, nuestras policías van a la zaga. Sin capacitación, sin armamento y más aún, en algunos casos, coludidas, no hay manera de que puedan frenar el incremento de los crímenes. Resulta muy curioso que en la era de la tecnología, las autoridades no se haga caso de ella para perseguir al crimen. Hoy hay localizadores satelitales, videocámaras de vigilancia, nuevos métodos para investigar y no hay mejores resultados.
Por ello, y sin siquiera mediar reflexión, mucha gente pide que esté el ejército en las calles. Que entre ya en nuestro estado para resguardarlo, protegerlo, porque la desesperación está alcanzando a los ciudadanos.
Prefieren al ejército, con sus posibles “efectos colaterales”, que a los criminales, dicen.