De manera anónima, por temor a represalias, los custodios señalaron como principal responsable del aumento de la jornada laboral –con el mismo sueldo– al contador Marcos Cejas Gómez y a la secretaria Elena Cansino Castañeda, quienes les exigen la firma del oficio de acuerdo pues, de lo contrario, los amenazan con reducirles prestaciones, las cuales son mínimas, ya que –señalaron– no les pagan horas extras; no han recibido aumento salarial desde hace dos años; se les eliminó un bono quincenal que recibían; no cuentan con apoyo para permisos; les niegan alimentos, agua y se niegan a la contratación de personal, entre otros.
Los custodios indicaron que se niega a firmar el acuerdo para reducir los tiempos de descanso, ya que existen plazas de custodios que son ocupadas por personal administrativo como secretarias y existe el compromiso de abrir entre nueve y diez contrataciones por turno, derivado del número de la población, ya que actualmente son 14 elementos por turno para resguardar una población de 110 internos (al límite de la capacidad), cuando anteriormente existían hasta 25 elementos por turno.
Refirieron que del mismo modo, no cuentan con el equipamiento necesario para desempeñar sus funciones (por ejemplo, anti-motín). Así como también se ha notificado a los superiores que no funciona la planta de luz en caso de que llegue a fallar el suministro; no cuentan con radios de comunicación portátiles ni chalecos antibalas; no hay unidades en condiciones de seguridad para traslados ni ambulancias; no cuentan con armas, ya que solo ocupan para los traslados su tolete, conocido como PR-24, entre otras necesidades.
En materia de seguridad de la infraestructura del lugar, señalaron que las mallas continúan desoldadas, instalación de puertas y la mala distribución de los internos, ya que los adultos tienen privilegios y todos los internos tienen celular, entre otros privilegios.
Actualmente sólo hay dos grupos, de 22 y 20 custodios, más un incapacitado, quien sufrió una agresión durante un intento de motín, por parte de un interno, de Cristopher “N”, quien salió libre después de un mes, sin recibir ninguna sanción.
Para finalizar, los afectados refirieron que un gran número de los internos son de alta peligrosidad y no pueden someterlos, porque no está permitido.