Manuel Valdez Carrisoza, administrador del citado organismo, quien asumió el cargo hace año y medio, refirió que al parecer desde el principio la obra no reunió las características adecuadas. “Nos dijo la CEAMA que ellos la dejaron funcionando, pero que al ayuntamiento se le hizo caro o no sé porqué ya no se puso a funcionar esta planta adecuadamente. Actualmente funciona rústicamente porque el agua pasa, se filtra y se va a nuestros depósitos, pero no está cumpliendo el propósito original”.
Señaló que el objetivo era potabilizar el agua que llega a esa planta proveniente del pozo El Salto, pero sólo realiza esta función en un diez por ciento.
Alfonso Morales, trabajador del sistema, recordó que se hicieron pruebas durante año y medio y sí, quedó funcionando, pero no cumplió con los requisitos de agua potable.
“Tenemos análisis y el agua viene contaminada, inclusive nos manifiestan que tiene heces fecales. Ahorita estamos recibiendo un agua muy sucia; entendemos inclusive la molestia de la gente pero esto, desde que se metió el agua de El Salto que tiene más de 20 años, es el problema recurrente pero nunca se ha atacado de fondo, de decir cuál es la solución. Hemos manifestado esta situación, hemos hecho trámites ante CEAMA y estamos esperando a que nos resuelvan”, enfatizó Valdés Carrizosa.
Confirmó que el agua se clora, pero eso no es suficiente para hacerla potable, sólo se desinfecta.
Señaló que una vez que recibieron el sistema, empezaron a hacer trámites para ver qué se podía hacer y si de plano no iba a servir la planta, buscar una fuente alterna de abasto de otros manantiales.
Admitió que desconoce cuánto costaría rehabilitar la planta. “Eso depende de los expertos, que nos hagan un dictamen”.
Asimismo, destacó que es la segunda planta potabilizadora que no opera. Justo enfrente de la que se ha mencionado, está otra en total abandono, inservible, que nunca funcionó. Ésta se construyó en el periodo de Silverio Jaimes González.
Dijo que existe agua suficiente en Tlaltizapán, el problema es su calidad.
Vale referir que después de Abel Espín Paredes (que ahora será regidor en el próximo ayuntamiento que se inaugura en enero), asumió la presidencia municipal Joaquín Carpintero, ingeniero civil de profesión (y que este sábado asumirá el cargo de diputado local del X distrito), ninguno de los dos, incluido el actual Ennio Pérez Amador, han hecho que funcione como se programó.