Entrevistado durante la impartición de un curso a los elementos de ese lugar, el especialista comentó que en el recorrido que ha realizado por los diversos municipios, la constante es, con algunas variaciones, que los policías demandan un pago más digno, mejores instalaciones y mejor equipo y armamento. “No pueden estar contra los malos con los rifles o pistolas que no les van a funcionar. Hay otros municipios en los que he visto que cuando ha habido que atender alguna emergencia, tiene que llegar otro coche a pasarle corriente al carro (patrulla) que va ir a la emergencia. Y pues si no los proveemos de equipo, de armamento, todos los elementos necesarios para que ellos puedan desempeñar su labor, es muy difícil que la puedan hacer.”

Consideró que ése es el primer paso para tener policías confiables, además, por supuesto, de que aprueben los exámenes de control de confianza.

Opinó que en la mayoría de los policías de los diferentes municipios existe convicción en su trabajo, pero muchas veces, faltan los elementos mencionados. “Ellos tienen ganas, tienen vocación de servicio; tan es así, que en algunos municipios ellos pagan las reparaciones de las patrullas; ellos compran sus botas; ellos compran sus uniformes. El policía no puede distraer de su sueldo, que de por sí no es muy bueno, para andar cumpliendo con su deber; eso, por default, lo tiene que dar el municipio o su dirección de Seguridad Pública, pero de que hay vocación de servicio en el estado, sí la hay.”

En cuanto a las acusaciones que reciben los policías ante los órganos de derechos humanos, replicó que en ocasiones son injustas. “Aquí se ha dejado en estado de indefensión al policía. Nosotros, como ciudadanos, en muchas ocasiones hemos provocado ese tipo de situaciones; debemos de empezar por nosotros, por la gente de Derechos Humanos, que conozca un poquito lo que es la policía. Cuando un policía somete a un delincuente, y decimos: ‘mira, mira, cómo le pegan entre todos’. Pero no le están pegando; lo están sometiendo. Golpizas las que dan allá, en los Estados Unidos. Yo siento que aquí la gente de Derechos Humanos podría informarse un poquito más acerca de todo lo que padece la policía y de ahí sacar una conclusión”, aunque también reconoció que existen abusos de algunos elementos.

Deploró que los agentes que reprueban los exámenes de control de confianza se unen a la delincuencia, porque saben todo el movimiento interno de la policía y eso les facilita el trabajo. “Yo creo que ahí debemos de empezar a trabajar de raíz, a empezar a cambiar todo esto.”