Dijo que están sobre el 94 por ciento de la industrialización total programada, por lo que queda sólo un promedio de 120 mil toneladas todavía por moler.
En cuanto al karbe, comentó que “se ha comportado con números muy similares a los del año pasado; estaremos hablando de décimas abajo, un poquito quizás, este último periodo es lo mas difícil para nosotros ya las cañas están estresadas por el deterioro que han sufrido en cuanto a tiempo que tienen en campo”.
Otro factor es la temperatura, que afecta a las cañas. “Hay cañas ya con muy baja humedad, y eso nos provoca problemas a nosotros en la fábrica con incremento de mieles y otra serie de cosas durante el proceso, que dan problemas para seguir el ritmo de molienda”.
Destacó que a unas semanas de terminar, el principal problema son las cañas accidentadas. “Tenemos un problema muy fuerte en el campo, que son las quemas accidentales; la cultura de la gente todavía no está muy identificada con los objetivos del ingenio. A nosotros nos afecta mucho las quemas accidentales por el desfasamiento que sufren las cañas en el rezago. Cada caña que se quema, estamos frenado otra que ya se está en condiciones de corte, este año hemos tenido muchos problemas con las quemas accidentales”.
Detalló que las cañas accidentadas alcanzan las 120 mil toneladas. “Eso es un problema también para el productor, porque al que no le cortamos su caña se empieza a deteriorar. La caña empieza a tener problemas de deterioro, empieza a tener menos peso, empieza a tener problemas para él y para nosotros en la fábrica. La calidad en la materia prima se nos complica y el proceso se nos complica, molemos menos. Es un circulo que se vuelve con esto, ese es uno de los principales problemas que hemos tenido en esta zafra”.