A pesar de ser un desfile que recuerda la oposición a la dictadura y la demanda de los campesinos por mejores condiciones de bienestar, la mayoría de los contingentes presentaron tablas rítmicas, coreografías y aspectos del deporte.
Las calles lucieron atiborradas de gente que disfrutó de las ejecuciones, y premió en muchos casos con confeti y aplausos a sus favoritos.
Al concluir la marcha por las principales calles de la ciudad, el reporte primario de incidentes fue “sin novedad”.