Al presidir la 5ª reunión regional del Registro Civil en la que se esperaba la presencia de todos los representantes de dichas dependencias de la región sur poniente, el funcionario destacó que en el primer caso de la problemática, las causas son que en años anteriores a 1982, los libros (donde se hacían los registros) se hacían a mano y quienes hacían esta labor no eran personas preparadas, no cuidaban el trabajo y se les hacía fácil anexar datos, lo que sacaba de problemas de momento al usuario, pero que repercutían después. “Mucha gente incluso no sabe que su acta está mal. Hay quienes, por ejemplo, se han conducido con una sola acta toda su vida, que fue expedida hace muchos años y cuando llegan al Registro Civil (a solicitar un nuevo documento), se encuentran que está alterado el año o su nombre y empiezan los problemas”.
En cuanto al subregistro, aseguró que el principal factor para que la gente no registre a sus hijos se debe a que la población no tiene la cultura registral. “Sobre todo en los pueblos, en los lugares más alejados. La gente no tiene la cultura de ir al Registro Civil y tramitar su acta de nacimiento, es por eso que pasa el tiempo y la gente se queda sin registro y cuando necesita su acta para acceder a los apoyos que da el gobierno, se vienen los problemas, no tienen identidad”.
Dijo no contar con estadísticas del número de personas no registradas, pero sí lo consideró “un número bastante grande” en el estado.
Explicó que ambos problemas generan básicamente pérdida de tiempo, porque aunque se pueden remediar, se requieren de largos trámites. “Existen dos vías para corregir un acta, la administrativa, que hacemos nosotros, que solucionamos en tres días con la documentación idónea; y la segunda es la vía judicial, en la que hay que contratar a un abogado e iniciar un juicio”.