De manera extra oficial, autoridades municipales reconocieron que este año se incrementó el padrón de comerciantes que exhiben sus productos en la feria tradicional del quinto viernes de cuaresma, ya que se instalaron alrededor de mil 300 entre fijos, semifijos y ambulantes, lo que incrementó el perímetro del recinto ferial e integrando calles y/o avenidas y accesos al área de la Loma.
Por su parte, comerciantes tradicionales, mencionaron que este año fueron rechazados más de 120 vendedores aspirantes a ocupar un espacio, entre artesanos, comerciantes de alimentos y de otros productos.
Las autoridades locales reconocieron que esta festividad en honor al “Señor del Calvario” (imagen de Jesucristo crucificado aparecido sobre un vestigio de ruina), donde los creyentes provenientes principalmente de los estados de México, Guerrero, Puebla, Distrito Federal y de los pueblos circunvecinos al municipio, acuden a venerar y honrar la imagen, previó a la Semana Mayor.
Aseguraron que esta festividad es la segunda con mayor importancia en todo el estado, ya que año con año asisten miles de fieles católicos para cumplir promesas religiosas a través de peregrinaciones hechas de distintas formas tales como: desgaste físico, económico y de ayuno total entre otros.
Durante el desarrollo de esta feria se vive el mayor intercambio comercial en el pueblo, ya que se ofertan productos tales como la artesanía en sus distintas presentaciones, comida típica, alfarería, la tradicional nieve, pan de feria, frutas de temporada, artículos a base de mimbre, piezas de barro, entre otros. De ello se desprende que en un 90% de los comerciantes, que se han establecido en esta feria por generaciones, de acuerdo a una investigación realizada, hay familias con más 120 años de participar de generación en generación.