María Teresa Mancilla Ocampo, ayudante municipal de la comunidad de El Estudiante en esta localidad, lamentó que a la fecha no se haya garantizado la seguridad de las familias que se ubican en zona de riesgo, quienes se vieron obligadas a regresar a sus casas ante la falta de un espacio seguro para su estadía.
Mencionó que por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) se confirmó que serán construidas 50 viviendas, de las cuales únicamente fueron seleccionadas 34 familias de la comunidad de El Estudiante, donde incluso quedaron fuera quienes habitan viviendas a orilla del río.
“Por parte de la Sedatu se nos proporcionó una lista de beneficiados, sólo aparecen 34 de los damnificados, 12 familias de mayor riesgo quedaron fuera y desconocemos en qué se basaron para seleccionarlos, pero además ni siquiera se ha liberado el recurso para la construcción de las casas, por lo que todo nos indica que durante las próximas lluvias tendremos el riesgo latente”, dijo Mancilla Ocampo.
Indicó que alrededor de 20 familias se vieron en la obligación de regresar a sus casas, pese a las malas condiciones que en su mayoría se encuentran por la devastación de la creciente del río, sin embargo, no cuentan con recursos para poder solventar el pago de una renta mensual.
“No hay trabajo, la gente no tiene dinero, muchos improvisaron las condiciones de sus casas para poder regresar a habitarlas, aunque saben que existe el riesgo nuevamente porque ya ha iniciado la temporada”, agregó.
La ayudante municipal informó que el pasado lunes acudió personal de Protección Civil municipal a la comunidad a entrevistarse con las familias ubicadas en zona de riesgo, para dar a conocer el pronóstico de la temporada de lluvias, exhortándolos a reubicarse en espacios seguros; sin embargo, en muchos casos no se cuenta con las condiciones para ello.
“No tenemos albergue en la comunidad, se nos dijo que se pronostica un temporal intenso, sin embargo no hay dónde reubicarse, por lo que los vecinos temen por su seguridad, pero no cuentan con un lugar seguro donde refugiarse, por lo que incluso pues estaríamos activando algún albergue provisional, sin embargo no es la solución al problema”, abundó.
Del mismo modo trascendió que son un promedio de ocho familias las que se niegan a ser reubicadas y han confirmado que permanecerán en sus viviendas, pese al comportamiento de la temporada de lluvias, confiando en que con los trabajos de desazolve que se realizaron en el río, se reducirá el riesgo de contingencia en este punto.