Los vecinos, que esperaban la oportunidad para platicar con la fiscal Elizabeth Lázaro Torres, explicaron que en octubre del año pasado, en las propias calles del pueblo y “con engaños”, fue detenido el electricista y albañil Pedro Hernández Ramírez, de 60 años de edad, por haber amenazado de muerte a Lorenzo Aragón Hernández, quien es además su sobrino.
“El señor Pedro es un señor de trabajo, mientras que su acusador es una persona que aunque está minusválida, tiene antecedentes de vender droga”, dijo uno de los presentes.
“No es justo que tengan detenida a una persona que es de trabajo, que nosotros conocemos, que nos ayuda, cuando su acusador se dedica a hacer problemas en el mismo pueblo”.
La esposa del detenido apuntó que su marido fue detenido el 27 de octubre del 2014.
De los hechos, sólo refirieron que ambos tuvieron problemas, de modo que incluso fue Pedro quien interpuso primero una demanda ante el agente del Ministerio Público por amenazas de muerte, pero después Lorenzo hizo lo propio y ahí sí procedieron.
“El señor Pedro le dijo a Lorenzo que no quería nada con él, que sabía que vendía droga y si seguía así, lo iba a denunciar. Entonces el joven minusválido le respondió que él estaba bien con la ley y que no le hacían nada y se daría el lujo de tenerlo encerrado hasta que quisiera”.
El mismo vocero opinó que los derechos humanos defienden a Lorenzo, pero no tomaron en cuenta que tiene antecedentes de dos arrestos por el mismo delito.
Dijeron que llegaron a la Fiscalía “en son de paz” para hablar con la titular y ver qué se puede hacer, antes de proceder a otro tipo de acción y cuestionaron que el acusador se “ríe de la autoridad” y presume que no dejará salir a su tío hasta que quiera.
La esposa de Pedro Hernández, Faustina Barba Jaime, apuntó que su abogado les recomendó esperar a la próxima audiencia, que es el doce de febrero, aunque “ya se tardaron seis meses y así nos llevan”.
Por su parte, la fiscal no pudo ser entrevistada.