Lo anterior, tal y como sucedió el año pasado, los comuneros impidieron que la zona arqueológica recibiera a miles de visitantes que tradicionalmente acudían para recibir el equinoccio de primavera, sin embargo, como ya se había anunciado el bloqueo la presencia de visitantes fue mínima a diferencia del año pasado, según informó personal del INAH.
Eduardo Mondragón Manzanares, representante legal de los comuneros, señaló que el cierre de la zona arqueológica permanecerá hasta que exista un compromiso real de parte de las autoridades federales, “señalan que en unos dos meses se liberan los recursos, lo único que pedimos es que esa promesa se haga por escrito para que haya un compromiso aunque sea por escrito aunque a veces su firma no la respetan pero bueno, sin embargo, eso es lo que han pedido y no se ha hecho”.
Por su parte, comuneros aseguraron que permanecerán en el lugar hasta que exista un compromiso real y por escrito por parte del instituto, “nosotros no tenemos ningún beneficio cuando la zona arqueológica es de nosotros pues, lo único que nos dejan es basura; ellos (INAH) están invadiendo terrenos que son de nosotros, un día llegaron y empezaron a cercar y nosotros ya no pudimos ni siquiera recoger leña”, dijo, Vicente Barrera Rojas, presidente de bienes comunales de Tetlama, Temixco.
FERIA DE LA SALSA
El cierre por segundo año consecutivo de la zona arqueológica nuevamente afectó a los habitantes de la comunidad de Xochicalco en el municipio de Miacatlán, ya que con motivo del equinoccio de primavera y ante la afluencia turística que ésto representaba anteriormente para el lugar, cada 21 de marzo los habitantes celebran la Feria de la Salsa a fin de activar la economía, sin embargo, este año fue poca la afluencia de visitantes.
En la comunidad se instalaron puestos de comida y de artesanías, con el objetivo de invitar a los turistas que se regresaban, a degustar de la variedad de salsas como de parota, guaje, mango, cebolla, y algunas más tradicionales como la de salsa macha, entre otras; además de conocer las artesanías elaboradas por los propios lugareños.
Sin embargo, los comerciantes reconocieron que esta actividad no obtuvo el impacto económico de años anteriores, pese a que se tomaron medidas de seguridad para la instalación de puestos con venta de bebidas alcohólicas.
A través de pancartas colocadas en los puestos instalados en la comunidad, los habitantes señalaron que no recibieron apoyo por parte de las autoridades municipales que encabeza Sergio Arias Carreño, para la promoción y difusión de este festival de la salsa.