En conferencia de prensa, Coronel Ocampo confirmó que presentó la impugnación de 22 casillas en los dos municipios (Jojutla-Tlaquiltenango), por presuntas irregularidades. De 10 pedirá la anulación, y del resto, un recuento de votos.

Aunque no fue puntual en sus observaciones, aseguró que se realizó una “elección de estado”, pues el partido que ganó, lo hizo rebasando los topes de campaña y con compra del voto.

“Jamás pensé que fuera tan distorsionada esta elección, se dieron muchas cosas, fue una elección de estado, porque hubo candidatos del poder y en ese momento se dio un despilfarro del dinero en la cuestión de promoción, de caminar en los lugares y aportar dinero a cambio del voto, hacia la gente que más necesitada está”.

Dijo que a él le tocó ver cómo a una ciudadana le dieron dos boletas, pero devolvió una, y escuchó versiones de clonación (de credenciales), de descuido en las casillas, pero los gastos excesivos, más allá del tope de campaña, fue el más evidente. “Aquí falló el INE que no fiscalizó como debería”.

Añadió que no puede explicarse cómo ganó la candidata del PRD, Hortencia Figueroa Peralta, si en Jojutla quedó abajo y en Tlaquiltenango había gente que ni siquiera la conocía. “Ese rechazo que había tanto en Jojutla como en Tlaquiltenango hacia ella,  me deja entrever que hay una irregularidad, en el sentido de voltear la votación”.

Expuso que a pesar de que le recomendaron que se manifestara, siempre se mantuvo al margen, para evitar una confrontación con la gente de Figueroa Peralta, a quien le reprochó haberse declarada ganadora antes de la sesión de cómputo, el diez de junio.

Negó participar en algún tipo de acuerdo y adelantó que si no hay respuesta del tribunal estatal electoral, recurrirían al federal. “No debe seguir imperando esta situación, debe respetarse el voto, las campañas, no se debe comprar el voto, ni despilfarrar el dinero”.

Lo acompañaron en la conferencia, los ex candidatos al mismo cargo, Sergio Jiménez Vázquez, del PAN; Gabriel García Vara, del PT y Perla Tello Franco, del partido Verde, quienes coincidieron en los excesos de gastos de campaña y las anomalías que se presentaron.

Jiménez Vázquez abonó que mientras ellos se sujetaron a los topes máximos, la candidata del PRD se excedió. “Hubo inequidad en los recursos de campaña, había patrullas cerrando calles (a favor del PRD), se derrocharon cuantiosos recursos en Tehuixtla, fue una elección de estado”.

García Vara coincidió en que hubo muchas irregularidades, algunas de las cuales él documentó y entregó ya a Ruperto Coronel. “Nos enfrentamos contra el gobierno, estatal y municipal (de Jojutla), trabajamos con los recursos que teníamos, porque nos enfrentamos con el poder del gobierno”.

Aseguró que no están inconformes porque haya ganado Hortencia Figueroa, sino por las formas, que no fueron las adecuadas, ya que “en muchos lados se oía y oye hablar de que no la querían”. “En una de esas, dijo gracias a Dios y a la gente que votó por ella, pero yo digo, gracias al dinero y a la necesidad de las personas, no a Dios”.

Pidió al Impepac (Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana) que tomen más en cuenta todos los gastos de campaña, porque hubo exceso de gastos. Para eso están las autoridades, para eso cobran y cobran muy bien, estas son las campañas más costosas del mundo. La corrupción está por todos lados”.

Aseguró fue muy visible quién gastó más y quien gastó menos, y ellos siempre daban algo para que se acercara la gente.

Tello Franco respaldó las acusaciones de  inconsistencias en el proceso y excesos en gastos de campaña del PRD. “Nada más en la unidad Higuerón había 25 lonas de la candidata ganadora y el día de la elección no se tacharon las boletas restantes, y la hermana de esta señora (de Hortencia Figueroa), quería que las cosas se hicieran a su modo, sin ser funcionaria de casilla”.

Israel Alberto Meza Valle, suplente de Coronel Ocampo en la candidatura, también acusó que el día de la sesión de cómputo en el consejo distrital, estuvo “todo el tiempo” la candidata Hortencia Figueroa y su esposo, Roberto Soto Castor, que es un funcionario “de primer nivel”.