“Honestamente, sí estamos en crisis; un servidor lleva aquí nueve meses y me ha tocado una bomba quemada por cada mes que he estado yo aquí. Entonces, son nueve bombas a lo largo de este pequeño periodo que su servidor está al mando (que hay que reparar), a la par de las deudas que ya venía arrastrando el sistema de hace varios periodos, a la par de que a los proveedores les seguimos quedando mal en el pago en algunos casos, y a la par de las crisis con el propio sindicato que como ustedes bien saben, cuando no se les paga a tiempo, pues obviamente hay una crisis interna”.
Subrayó que la mayoría de los equipos que se tienen ya están cerca del final de su vida útil y no existe un mantenimiento preventivo. “Es un sistema en el que desafortunadamente, pasan o pasamos directores y a veces no hay el tiempo para llevar a cabo esto. Uno está más preocupado en el desbasto, que llevar a cabo el mantenimiento preventivo. Vivimos al día como todos, cuando falla algo lo reparamos y no prevenimos esa falla, hay que trabajar mucho en esa parte”.
Añadió que desafortunadamente, cuando empiezan a ejecutar esas acciones preventivas, llega otro “atorón”, otra bomba deteriorada. Y como ejemplo destacó que acababan de reparar la bomba de la colonia Lázaro Cárdenas y casi terminaban de completar la fase Tehuixtla, La Nopalera, cuando inmediatamente surgió otro problema. “Eso resta nuestro desempeño en esto”.
Además, aseguró que son pocos los trabajadores con los que cuenta, por lo que la brigada de 12 personas se distribuyen en la reparación de fugas, las re-conexiones a tomas nuevas y otros más se dedican a sacar el equipo que se deteriora.
Adelantó que esperan un estudio de la comisión estatal del agua para eficientar los equipos.