Raúl Franco Leyva, actual comisariado ejidal de Tlaquiltenango y quien no hace mucho asumió el cargo, recordó que su antecesor Bernardo Vázquez Yáñez realizó diversos trámites para solicitar que la autopista no atravesara tierras de alta productividad en este municipio y que mejor pasara por tierras de uso común y cerril.
“Seguimos en la misma intención, todavía no se define, estamos en lo mismo. Bernardo inició y nosotros estamos en la misma posición, que se desvíe el trazo. Quedan seis, siete personas que no quieren vender”, expuso Franco Leyva.
No obstante, destacó que ya todo el problema se constriñe al precio, porque los ejidatarios no están de acuerdo en lo que se les ofrece.
“No están de acuerdo con lo que se les quiere pagar, porque el paso de la autopista va a traer problemas para los canales, para el paso, para los caminos; esa es la problemática para las personas que no quieren vender. Ya se realizó una asamblea y el precio lo pusieron las personas afectadas y se dijo que adelante, sí se pagaba a ese precio, no había ningún problema”.
Señaló que se trata de superficies pequeñas, no mayores a siete tareas (siete mil metros cuadrados). “El que tiene más superficie por donde va a pasar el trazo no rebasa las siete tareas, otros tienen tres, cuatro mil, no son parcelas completas”.
Dijo que lo que se siembra en ellas es caña.
Asimismo informó que ya hablaron con Rigoberto Vázquez, quien es el encargado por parte del gobierno del estado para este tema, y él dijo que iba a llevar la propuesta del precio que hicieron los ejidatarios para ver si se aceptaba o no.
Consideró que así como se va trabajando en la autopista, todavía hay tiempo para entablar diálogo y negociación, porque faltarían unos meses para llegar a las tierras en conflicto. “Hay tramos a los que no se les ha hecho nada, se ve desde la carretera que hay tramos que no los han tocado”.