El gerente del hotel La Ribera y vocal de la Asociación de Hoteles en la zona sur, Eduardo Gómez Morales, deploró que durante esta temporada vacacional, el turismo no llegó ni al 50 por ciento de ocupación hotelera en esta zona (donde solamente hay cien habitaciones).

“Estas vacaciones de verano han sido las peores que hemos tenido en la historia. Debido a muchísimos factores, el primero, el económico, pues cuando la economía está mal, lo más afectado es el turismo, es lo primero que sacrifica la gente, antes que el techo, la comida, la ropa y la escuela. Esta temporada solamente tuvimos un fin de semana a tope (18 habitaciones), todos los demás, tuvimos dos, tres cuartos ocupados”.

Destacó que otro factor es la falta de promoción de esta zona, porque aquí hay buenos productos, pero la gente decide irse a Acapulco. “El tener la Autopista del Sol no es ventaja, porque cuando no estaba,  estábamos llenos siempre. Cuando entró la Autopista del Sol todo se ha facilitado al Distrito Federal para que se llegue  a Acapulco más rápido. Hay que tener algo que nos permita decir ‘aquí estamos’ porque las autopistas y la rapidez con que se puede ir, pues nos desaparecen”.

Consideró que el fenómeno se mantendrá con la autopista siglo XXI, pues la gente de Puebla, Veracruz, etc., lo que buscará es llegar rápido a Acapulco, por lo que sería necesario generar un destino turístico.

“Si verdaderamente desarrolláramos un destino turístico,  un destino con todo lo que hay que hacer por acá (en la región sur) seríamos un foco de atención, como es la Huasteca potosina, como es la Riviera Maya, y no tiene que ver con estados, ni con pueblos, tiene que ver con destinos. Nosotros aquí no sólo tenemos el lago de Tequesquitengo, también tenemos cerca, en el estado de Guerrero, muy buenos lugares, como unas cascadas y unas pozas de agua donde hacemos recorridos; en la región tenemos balnearios, tenemos salto en paracaídas, tenemos bungee, tenemos vuelo en ultraligero, tenemos rapel, buceo,  hay una gran cantidad de cosas que ofrecer aquí, y si todo se integrara en un producto como destino, no estaríamos a lo mejor sufriendo tanto”.

Expuso que los prestadores de servicios turísticos no tienen dinero para realizarlo, ni cuentan con el apoyo del gobierno estatal para conseguirlo.