Así lo reconoció, Eduardo Moisés Rojas Reséndiz, director administración de éste penal.
El funcionario admitió que el centro penitenciario de este municipio es un espacio reducido de seis mil metros cuadrados divididos en las diferentes áreas, con una capacidad para 132 internos. Sin embargo, actualmente hay una población interna de 261 en este espacio, donde incluso de tres a cuatro internos duermen en el piso. “Se ha aumentado la capacidad instalada para que el menos porcentaje (sic) de los internos duerma en el piso, se han aumentado en las camas, pero no ha sido suficiente; el área varonil sigue teniendo problemas, tiene un hacinamiento y por celda hay de tres a cuatro internos en el piso, se ha realizado una remodelación en el interior, pero no ha sido suficiente”, admitió Rojas Reséndiz.
Destacó que en el área femenil se tiene una capacidad instalada para 26 camas y actualmente hay 25 mujeres internas, “aquí no tenemos problemas, estamos bien de capacidad y seguimos trabajando por atender el hacinamiento”, insistió.
Agregó que en esta cárcel se tienen internos por diversos delitos, desde los del fuero común, hasta del fuero federal, delincuencia organizada, secuestro, robo de vehículo, asociación delictuosa, lesiones, homicidios culposos, dolosos, lesiones por riña, abigeato y robo, entre otros.
Mencionó que asumió el cargo el pasado tres de noviembre, recibiendo un penal con ciertos privilegios para algunos internos, “se realizaron algunos traslados para reducir los vicios, se han aplicado estrategias ocupacionales para los internos, como es el caso de las actividades deportivas, se atendió el rezago y se fue la gente que ya no tenía nada que hacer aquí”, apuntó.
El director de la cárcel distrital mencionó que con el anterior sistema de justicia, hasta el pasado mes de agosto había alrededor de 55 personas que tenían pendientes por otorgárseles su sentencia en el sistema tradicional; actualmente de 10 fue resuelta su situación jurídica y aproximadamente 45 internos están en espera de una resolución.