El coordinador del inmueble, Apolinar Díaz Olivares, reconoció que las mejoras que se pretendieron hacer hace unos años no se concluyeron.
“Se hizo una infraestructura para sacrificar al ganado, tanto cerdos como bovinos, de forma aérea, pero quedo pendiente una segunda parte la cual no se ha concluido. Por tal motivo, no podemos usarla como debiera, seguimos igual”.
Reconoció que la limpieza, la desinfección y las “buenas prácticas”, son “muy difíciles” en el rastro de Jojutla, porque hay muy poca aportación de las autoridades municipales, en cuanto al envío de los insumos de limpieza como son cloro, jabón, cloro en pastilla para la cisterna, balas, caucho para el pistolete. “Pero en términos generales, pues no está tan deprimente”.
También, dijo que las descargas de aguas residuales se van directamente al drenaje.
Expuso que un rastro siempre se va a manejar con riesgos sanitarios. “La verdad no hemos estado tan mal, queremos estar mejor, pero obviamente necesitamos más infraestructura. Solicitamos que nos construyeran un biodigestor para que nosotros mismos dispusiéramos de nuestros residuos sólidos y líquidos, pero era un proyecto como de 63 mil pesos que no se aprobó”.
Por su parte, el dirigente de los tablajeros en Jojutla, Enrique Alfredo Landa Román, se quejó de que el cobro por degüello en el rastro de Jojutla es superior al de los municipios aledaños, pero se encuentra en condiciones deplorables.
“El rastro no está en las condiciones que dijeron que lo iban a dejar, que iba a estar mucho mejor. Dijeron que con los impuestos iban a mejorar las instalaciones, pero no fue así”.
Dijo que hace falta mejorar las zonas de carga y descarga, que haya agua en las corraletas y que se termine con el saqueo de carne. “Tenemos falta de agua, sufrimos el percance de que se llegan a morir los cerdos, y luego nos roban hasta los cerdos y no saben quién lo hizo. Son detalles en los cuales todos los tablajeros perdemos”.
Aseguró que el rastro tipo inspección federal que se instaló en Miacatlán y que todavía no entra en operación, no resolverá los problemas de los rastros. “El ganado que entrará ahí será de primerísima calidad, puro Hereford, animales que no tenemos aquí. Entonces, el gobierno mismo tiene que ser responsable de arreglar estos rastros municipales, porque el ganado que llega a los rastros es de los ranchos y a veces, se les quiebra una mano o una pata y así no pueden entrar allá”.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua, Juan Carlos Valencia Vargas, advirtió que una vez que entre en operación el rastro Tipo Inspección Federal (TIF) de Miacatlán, cerrarán todos los que no cumplan con la norma.
“Con el rastro TIF se pretende que todo aquel que no cumpla con las normas ambientales correspondientes, deje de funcionar. Las instalaciones están terminadas y está por iniciarse la construcción de la planta de tratamiento para ese rastro. Calculo que a principios del año próximo ya el rastro tipo TIF estará funcionando en Morelos y por lo tanto, ya no habrá ninguna excusa, ningún pretexto para que algunos rastros que no están cumpliendo con las normas sigan operando. El rastro TIF es un rastro que va a cumplir con todas las normas de calidad correspondientes y por lo tanto, si alguno que esté funcionando el día de hoy quiere seguirlo haciendo, tiene que cumplir con las normas”.