Entrevistado durante su visita a la región, respecto a la legalización de la mariguana, el especialista alertó sobre la falta de capacitación e infraestructura para atender esta nueva adicción, sobre todo, sabiendo que a pesar de contar con políticas públicas para abatir alcoholismo y tabaquismo, poco se ha logrado en esas materias.
“Lo primero es que hay que conocer (para legalizarla) es que la mariguana tiene efectos nocivos en el sistema nervioso central, mata neuronas, genera una disminución en la función de varias áreas del cerebro, disminuyendo los procesos cognitivos, disminuyendo los procesos de adaptación, de plasticidad neuronal. Además, tiene efectos a nivel cardiovascular, modificación a nivel de sistema inmunológico y también puede generar teratogénesis, genera malformaciones del producto antes de nacer (sic) en mujeres embarazadas”.
Reconocemos que la mariguana tiene un factor de cambio en la adaptabilidad hacia el dolor, que puede ser utilizado y que efectivamente no tiene el poder de inducción de adicción como pueden ser otras drogas, como la cocaína o el alcohol. Sin embargo, por la muerte neuronal que induce, no la hace ser lo mejor.
“No tenemos un sistema nacional de salud para poder, digamos en diez años, contener a esta nueva adicción que es posible que se dé, si ni siquiera hemos podido con alcoholismo y el tabaquismo. Deberíamos capacitar más a los médicos, dar una mejor información a la población y atender a poblaciones vulnerables, propensas a iniciar el proceso de la adicción. Teniendo cubierto esto, creo que podemos tener un mejor debate (de la legalización)”.
Refirió que de acuerdo con estudios, quitar los frenos a las adicciones hace que éstas se dupliquen o tripliquen.
En cuanto a lo que ha dicho el gobierno del estado, que la legalización de la mariguana permitiría reducir significativamente la violencia, porque se le quitaría el mercado de la droga a los delincuentes, el especialista consideró que primero se debería tener el control a nivel salud de ello, tener las instituciones ya hechas y la capacitación ya terminada, y no primero hacer el proceso y después buscar la contención.
“El hecho de que tengamos este evento como un fenómeno de violencia descontrolado, a mi me parece que necesitan verse mas ápices, para hacer ese análisis que hoy se nos da como lectura general”.
En cuanto al derecho que tienen las personas de consumir mariguana, respondió que en efecto, cada quien tiene el derecho, pero cuando el derecho involucra la muerte de otras personas que no deberían de estar relacionadas con esa muerte, es cuando se pone uno a reflexionar. Y citó como ejemplo el alcoholismo, que es la primera causa de muerte de nuestro país de personas entre los 20 y 30 años, por traumatismos y accidentes en la vía pública. Afirmó que casi el 70 por ciento de estos accidentes están relacionados con el abuso del alcohol y buena parte de los afectados no iban alcoholizados, sino que fueron víctimas de la alcoholización de otros.
“Es ahí cuando venimos a hacer una reflexión de qué tanto ese alcoholismo terminó con la vida de inocentes”.
“Si no hemos podido incidir con números negativos para estas muertes por traumatismo por alcoholismo, en proyección, vamos a generar una adicción sobre la cual no tenemos estudios y no tenemos un sistema para poder competir contra estos adictos futuros”.