Gaudelia González Arrieta, vecina de Zacatepec y madre del policía municipal de ese lugar Jesús Otoniel Popoca González, asesinado el 19 de julio del 2000, al parecer por otro policía durante un enfrentamiento, y que llamó la atención de la opinión pública por los actores involucrados, aseguró que las autoridades no quieren sancionar al responsable, sino que lleguen a la conciliación.
Destacó que después de todo este tiempo el hombre fue finalmente detenido, pero teme que lo puedan dejar en libertad.
Aseguró que su hijo, policía municipal, ya había pensado en renunciar en aquel año porque había recibido amenazas, pero antes de hacerlo fue asesinado.
Señaló que al homicida lo detuvieron el 23 de septiembre de este año, y a ella no le avisaron. “Me di cuenta porque una persona que está en la cárcel me mandó decir que quien mató a mi hijo ya lo habían agarrado y yo fui, investigué con la ministerio público, que es Dalila, quien lo confirmó. Lo que pasa es que ellos no querían que yo supiera porque ellos querían sacarlo rápido. Entonces yo ya me empecé a mover y fue que ya se estancó todo”.
Reconoció que le han ofrecido una indemnización, pero aseguró que ella sólo quiere que se haga justicia conforme a la ley.
“Temo que no me apliquen la justicia, porque la familia está viendo que la ministerio público le apueste a la reparación del daño”.
PESE A EVIDENCIAS NO HAN DETENIDO A OTRO HOMICIDA
Otro caso es el de Patricia Carlos Malpica, esposa de Emilio Bahena Ríos, quien fue asesinado a golpes el 5 de octubre de 2003 por sus vecinos Rafael España Mederos y su hijo Rafael España Barrea, que a la fecha, no han sido detenidos.
“Desconozco el motivo por el que lo golpearon y causaron la muerte, pues incluso eran nuestros vecinos y Emilio era amigo de infancia con el señor Rafael. Éramos muy allegados a ellos, nos visitábamos con frecuencia. Desconozco el motivo por el cuál se ocasionó el pleito. Cuando a mí me mandan avisar, salgo de mi domicilio y encuentro a mi esposo tirado en el piso, con un charco de sangre, él estaba todavía inconsciente, porque yo al dirigirme a él todavía reaccionó. Los paramédicos lo llevaron al Instituto del Seguro Social de Zacatepec, después a un hospital de Cuernavaca, donde finalmente después de diez días falleció. Dejó a mis dos niños huérfanos”.
Aseguró que desde esa fecha comenzaron las irregularidades y la falta de justicia. Pues a pesar de que su esposo llegó herido de muerte al hospital, y ella pidió que se detuviera a los responsables, la policía no dio parte al ministerio público. Una vez que falleció, solicitaron su detención y la respuesta fue que no había orden de aprehensión.
Finalmente, salió la orden de aprehensión, pero un día antes los responsables abandonaron su casa en Zacatepec.
Expuso que aunque los homicidas no se han ido de Zacatepec no han sido detenidos.
Destacó que ella ofreció como testigo a la señora Carla Flores, a quien le dijeron las autoridades que la iban a proteger, pero ha sido objeto de amenazas de muerte, le han mandado gente para golpearla e incluso le quemaron la casa.
Además, dijo que las evidencias que presentaron se desaparecieron, por lo que tuvieron que volver a integrar la carpeta de investigación.
“No se nos ha hecho justicia de ninguna manera. Hemos tocado puertas, nos dicen que ellos tarde o temprano van a caer, que ellos van a hacer las cosas. Exijo justicia, que se nos haga caso, porque la justicia al contrario, ellos mismos nos dicen que pongamos toda la situación en una balanza y que pongamos qué vale más, nuestras vidas o seguir con esto que está perdido”.
Dijo que el abogado de los responsables ofrecieron una indemnización pero ella la rechazó.