Jojutla.- Una vez más, los panteones de la región sur se llenaron de visitantes, que se reencontraron con sus muertos, aunque en algunos, como el de Jojutla, la afluencia ha venido a menos en los últimos años.

Los panteones no pueden estar más vivos este día, pues desde la entrada se ofrecen alimentos, refrescos, golosinas, botanas y hasta “micheladas” a los vivos. Y veladoras y flores para los muertos.

Es también una oportunidad para algunas personas de obtener algunos pesos al acarrear el agua a las tumbas o ayudar en su limpieza.

Otros que se benefician son los músicos, pues las bandas, los tríos o los norteños son muy demandados para tocar alguna pieza al ser querido que ya no está en este mundo. De a tres canciones por 100 pesos, se oyen aquí y allá tanto danzones, como chinelos o el clásico “Amor eterno”.

Familias completas se instalan a un lado o sobre las tumbas para recordar cómo era aquél o aquellos que se adelantaron y comparten anécdotas. Algunos prefieren la reflexión a solas, en silencio.

Una brigada de bomberos recorre el panteón para descartar enjambres de abejas y otro peligro que afecte a las personas. Reportan saldo blanco; sólo un panal de avispas en el panteón de Tlatenchi.

Pero ya la afluencia no es la misma, platica Filiberto Galarza, que tiene muchísimos años de visitar el panteón viejo de Jojutla.

“Antes venían  personas conocidas no sólo de Jojutla, sino de otros lugares a ver a sus familiares; las recuerdo porque nos saludábamos, pero en los últimos años ya no se ve tanta gente”, aseguró.

Consideró que las nuevas generaciones van perdiendo las tradiciones poco a poco, o podría haber otros factores, pero a pesar de que sigue llegando mucha gente, ya no es lo mismo que años atrás.

Lo mismo opinó la señora Juana, que, sentada sobre una tumba, recordaba cómo anteriormente “ni se podía pasar” por los pasillos del cementerio.

Muchos coinciden en lo mismo y consideran que tal vez la falta de recursos económicos para llevar flores, o quizá la vida como se vive hoy, son razones para ya no visitar a sus muertos en este día.