Los argumentos que aparezcan se valen, como decir que si deciden respetar la letra de los documentos y las reglas institucionales de este partido, el joven de la Satélite gana una convención de delegados y hasta una abierta. Cuando menos la capacidad de convocatoria se notó y fuerte.
Para los que crean que la anotación de Erik es una medida que complica el andar de algunos de los competidores, podrían tener algún elemento. Sin embargo: ¿por qué no va a competir Salgado? Era uno de los soldados en el 2003, 2006 y 2009, que nunca claudicó. Es de los muchachos emanados de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, que creyó en el proyecto de otro joven que hacía cimientos de carrera política precisamente con los colores priistas desde la misma UAEM, en la Facultad de Derecho, Manuel Martínez Garrigós. Erik siempre estuvo ahí, en las peores y las malas, hasta que los priistas recuperaron esta capital.
No vemos en la competencia interna a ninguno que en aquellos aciagos momentos, en la construcción de este PRI que se fortaleció con la rancia militancia, haya estado presente. Cada quien en sus ocupaciones sustentables; habrá los de sobrevivencia y otros ejerciendo su vocación burocrática en administraciones de Acción Nacional. ¿Qué pasaba entonces en Morelos con el PRI y su gente? El rumbo estatal en este partido extraviado y en Cuernavaca, un intento tras otro, produjo una infraestructura que, lo quieran o no los que se han metido en el proceso a la nominación municipal, sigue manejando internamente al partido. Ahí está Erik y sus circunstancias; no puede ser menospreciado.
Obviamente que entre los que aspiran, buscan que los acuerdos iniciales de las cúpulas en la Ciudad de México no prosperen, que se respete a la militancia y se cumpla con las leyes internas. Si así fuera, nadie está firme y todos jugarían. Hay personajes que nadie conoce, pero existen otros con reconocida militancia como Jorge Meade Ocaranza y Samuel Palma César, que serían auténticos damnificados en caso de que los excluyeran en la competencia electoral. Dicen los priistas que es tal su confianza en ganar que hay lugar para todos. No parece con las manifestaciones de los que faltan por encontrar ubicación. Hay rasgos de desesperación en unos, de desesperanza en otros, no falta por ahí el aventurero que se tira a la pesca cuando las redes ya fueron colocadas muchas horas antes y espera que le den aunque sea una mojarra. Falta conocer de cuántos centímetros la desea, y quede complacido.
El pronóstico electoral nunca va a ser exacto. Sin embargo, el PRI tiene ventajas que va a buscar conservar. Los candidatos son importantes pero la estructura con que cuente cada uno y su capacidad de unificar a los demás en su entorno, son definitivos. En el nivel de la gubernatura ya lo entendieron, de ahí que se note a Amado Orihuela y su equipo tranquilos. En Cuernavaca se dan condiciones especiales, donde el que deje de tirar golpes le paran la pelea. No es éste el sitio para excluir a nadie, pero la política tampoco son ocurrencias de borrachos o aventureros, y se ha colado por ahí gente que no conocen en su mismo condominio. No hacemos menciones porque sería faltar el respeto a los lectores y a este espacio que aparece hace más de 30 años.
Ayer en el desayuno de priistas con Erik Salgado, que anotaba en la lista de Cuernavaca, había un ánimo especial, de tranquilidad. Pero imposible no decir que saben lo que tienen, que con ellos hay ventaja. Su gallo es el joven abogado de la Satélite y son priistas que han peleado en muchas arenas, exactamente los que se mantuvieron en la contienda cuando “no había PRI”. La estructura tiene ya unos 12 años de iniciada, ha sido una tarea dura pero paciente, y Salgado Fernández siempre estaba en las filas primeras de la vanguardia, aguantando trancazos.
O sea que lo de Erik además de sus circunstancias no es una ocurrencia juvenil. Hay “con queso las enchiladas”, dirían los muchachos.
2 comentarios
Hey
El tal Erick Yahir Salgado es de la mafia de MMG, no… Compartelo!
Hey
En la iglesia tricolor este acólito quiere ser cardenal... Compartelo!