“Uno de los castigos por rehusarte
a participar en política es que
terminarás gobernado por
hombres inferiores a ti.”
Platón.
Desde mi muy particular punto de vista, la política es una de las actividades más generosas y edificantes que existen. El objetivo original de la política es la de encontrar formas de organización adecuadas para que una sociedad viva de manera armónica.
Wikipedia la define así: La política es el conjunto de actividades que se asocian con la toma de decisiones en grupo, u otras formas de relaciones de poder entre individuos, como la distribución de recursos o el estatus. También es el arte, doctrina o práctica referente al gobierno de los Estados, promoviendo la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para garantizar el bien común en la sociedad.
Alguna vez, en mi adolescencia resolví y deduje, que el mejor político de la humanidad fue Jesucristo porque el buscaba formas de vivir mejor para su comunidad. Si analizamos sus frases, el contenido es la armonía personal que derivaría en la paz de sus comunidades.
Jesús hablaba de empatía: Ama a tu hermano como a tu alma; cuídalo como la pupila de tu ojo.
Jesús hablaba de la ayuda a quienes más lo necesitan: Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Hay más dicha en dar que en recibir.
Jesús nos enseño a buscar la justicia: Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.
Podría dar otros ejemplos sobre el arte de vivir en armonía, practicadas y dichas por Jesucristo. Sin embargo, creo que estas son suficientes. Aunque también puedes darte la oportunidad de agregar más frases como un ejercicio lúdico.
En el caso del budismo, aun cuando la definición sea que es una filosofía oriental que se centra en hallar la paz interior y el equilibrio entre la paz interior y la física, es obvio que, si encuentro la paz interior, ello conlleva a llevarme bien con la parte física. Es decir, encontrar la armonía para vivir mejor en sociedad. Sus conceptos nos ayudan, no sólo a entender los principios, sino aplicarlos en la vida.
En el budismo hay frases que nos invitan a buscar las formas adecuadas para encontrar nuevos rumbos en la vida. Tanto personal como como en comunidad: La reflexión es el camino hacia la inmortalidad; la falta de reflexión, el camino hacia la muerte.
No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. En este sentido, tenemos que entender que tener dinero por tenerlo no nos hace ser felices. En esta pandemia lo corroboramos. Ricos y pobres fueron contagiados. Y por mucho dinero que tuviera el rico, la pandemia lo trató igual que a un pobre.
Da, aunque tengas muy poco que dar. Nuevamente la empatía y la solidaridad se hacen presentes para dar ayuda a los que más lo necesitan.
Pero, ¿a dónde quiero llegar con todo esto? A algo muy simple. Debemos retomar los conceptos básicos vitales para que la política regrese a su origen primigenio.
Hemos perdido mucho, y seguiremos perdiendo, si seguimos en esta batalla de intereses personales para llegar al poder por el poder. Ya no debemos ser tan cínicos de pretender robar del erario, a como dé lugar, de deshacerse de la manera que sea a los adversarios políticos, de fundar partidos. Morelos ahora cuenta con 23, con el único objetivo de lucrar sin ofrecer verdaderas alternativas para vivir mejor en comunidad. Ya no queremos ser engañados sino implementar verdaderamente una mejor manera de vivir.
Empecemos desde cero. Urge. Lo necesitamos si de verdad queremos vivir en una mejor sociedad. ¿Se puede?
El budismo también nos da otra alternativa: Para entender todo, es necesario olvidarlo todo.
Aprendamos de las enseñanzas de la pandemia, porque también ella llegó para darnos una lección.
Estamos muy cerca de las próximas elecciones. Escojamos los mejores hombres y mujeres que puedan hacer una mejor gobernanza para nuestra sociedad. Razona tu voto.