Yo no conozco Lima, nunca he viajado a Perú. Siempre me ha parecido un país muy interesante, no sólo por la ciudad Inca de Machu Picchu, que es extraordinaria, sino también por la cantidad de variedades de papa que producen. Se dice que la papa es originaria del Perú y no hay otro país que ofrezca tanta variedad de este tubérculo. En México sólo comemos papa blanca y roja, no hay más; pero en Perú la historia es otra. Pues bien, para poder seguir cultivando papas y otras verduras los ciudadanos se están enfrentando a una seria falta de agua. A raíz de ello, una nueva técnica para producir agua de riego está funcionando de maravilla.
Lima es una ciudad de unos 9 millones de habitantes. Vive allí una tercera parte de la población peruana total. Se sitúa en la costa central del Océano Pacífico y alcanza una altitud de solamente 101 metros sobre el nivel del mar. La distingue un clima bastante inusual, ya que es una ciudad desértica con poca precipitación, pero – y éste es el punto más importante– la humedad puede alcanzar un 98%. Lo que quiere decir esto, es que la neblina cubre las costas de la ciudad durante ocho o nueve meses del año. Por lo tanto no se trata de una ciudad muy atractiva para los turistas, pero para los ciudadanos que no están conectados al sistema de agua potable la neblina se ha vuelto una extraordinaria fuente de agua.
Peruanos Sin Agua (www.lossinagua.org) es una organización que está tratando de “lograr la atención de las autoridades y conseguir una solución a su problemática”, o sea la de falta de agua. “En Lima, existen más de dos millones de peruanos que no cuentan con agua potable ni desagüe y que viven en condiciones deplorables, expuestos a las enfermedades y al abuso de pagar 10 veces más que el servicio entregado por SEDAPAL. No sólo eso, el agua a la que acceden se encuentra contaminada, siendo un riesgo para la salud de niños y adultos”.
La grandiosa respuesta a esta situación, tomando en cuenta la peculiaridad geográfica, ha sido el desarrollo de los “atrapanieblas” o las “redes milagrosas”. Se trata de dos postes que sostienen una malla con pequeños agujeros orientada en dirección a la niebla, algún depósito de almacenaje y un filtro para descontaminar el agua. Es un sistema único que recoge el rocío y lo condensa hasta lograr la cantidad diaria de entre 5 y 15 litros de agua. Este líquido se utiliza para regar los cultivos; no es lo suficientemente limpio para consumirse directamente, pero está lo suficientemente filtrado para el riego, lo cual ofrece una muy buena alternativa para las familias que cultivan sus propias verduras, entre ellas las papas. Lo más maravilloso es que cuesta poco montar un dispositivo atrapanieblas, ciertamente mucho menos que comprar pipas de agua que es la opción que les toca en los meses del año libres de neblina.
La ciudad de Lima se encuentra en un área árida con tierra seca y muy pocas áreas verdes. Sin embargo con este invento tan sencillo será posible cambiar esta situación y hasta “conquistar” el desierto. Los habitantes locales están emocionados por las redes milagrosas y se están adaptando a las posibilidades de recibir agua de una fuente sustentable con muy buenos resultados. El objetivo de Peruanos Sin Agua es establecer aún más redes atrapanieblas y mejorar así la vida de la gente que no tiene acceso al agua de otras fuentes. Sin duda, se trata de un proyecto excelente. Es un ejemplo más de la creatividad e innovación del ser humano y de su habilidad para encontrar soluciones viables y salir adelante.
Fuente: www.guardian.co.uk/global-development/2012/sep/19/peru-niebla-atrapa-agua-suministro