Para comunicar hechos importantes con un mensaje de impacto social y económico el cine es el medio perfecto. Como decía Alfred Hitchcock, el famoso cineasta inglés (y él no se refería al cambio climático): “Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el público lo sabe. Esto es el suspenso.” El suspenso para todos nosotros hoy en día no es el producto de la imaginación de un Hitchcock, sino el resultado de los hechos de los seres humanos: no sabemos qué nos pasará en un futuro incierto. El punto es que el cine nos sirve maravillosamente para mandar mensajes, como bien lo sabemos, gracias al festival de cine del medio ambiente de Cuernavaca: Cinema Planeta.
El Green Film Network (greenfilmnet.org) –Cinema Planeta forma parte de esta red de festivales de cine– tiene como objetivos coordinar los eventos de los festivales que son miembros, promover y distribuir películas, así como apoyar las iniciativas y proyectos cuyo fin es hacer pensar a las personas sobre el tema de la protección del medio ambiente. Están creando una cultura a favor del ambiente. Es el medio idóneo para enseñar a los espectadores lo que está pasando en otros países, además de informar sobre temas ambientales que afectan tanto nuestras vidas como nuestro futuro.
El punto de partida es el cine. Pero también todos los festivales, exactamente al igual que Cinema Planeta, organizan talleres, exposiciones, eventos especiales y conferencias, entre otras muchas actividades. Así, les es posible llegar a una gran cantidad de personas de todos los niveles de la sociedad y, en particular, las escuelas. Cultivar un mayor entendimiento de la relación entre el humano y el ambiente es el reto, además de enseñar las culturas de otros países. En este momento en Inglaterra, en la ciudad de Sheffield, el festival Doc/Fest está mostrando películas documentales de todo el mundo, incluyendo una sobre el tema del maíz genéticamente modificado de México, llamado Sunu (sheffdocfest.com). Como sabemos, el campesino mexicano está muy en contra del maíz GM porque no se puede utilizar el grano para la siguiente cosecha. El grano GM se auto-termina y el campesino está obligado a gastar dinero que no tiene para comprar más semillas cada año. La única opción, según la práctica tradicional, es guardar la semilla del maíz natural y preservar semillas para el próximo año. Éste es un ejemplo de cómo las audiencias de Sheffield están aprendiendo sobre esta situación en México, gracias a la película y al festival.
Para terminar quiero mencionar otro proyecto muy interesante que no tiene que ver con el cine sino más bien con la literatura, los árboles y el futuro del ser humano. Se trata de una obra de arte que involucra la siembra de 1,000 árboles en un área cercana a la ciudad de Oslo, en Noruega. Intitulada Future Library (Biblioteca del futuro) esta obra fue diseñada por la artista escocesa Katie Paterson, para la ciudad de Oslo (http://futurelibrary.no). Esos árboles formarán la fuente del papel requerido para imprimir 100 libros después de 100 años. El primer libro que formará parte de la biblioteca ha sido escrito y entregado por Margaret Atwood, la famosa escritora canadiense, en un acto oficial el pasado 26 de mayo. Cada año un escritor diferente entregará su manuscrito y sólo al término de los 100 años el contenido de los libros será impreso y revelado. De tal suerte que para el año 2114 los organizadores, la artista Katie Paterson y, claro, los mismos autores, esperan encontrar lectores quienes querrán leer sus libros, aunque su presencia será del más allá… Bien dijo Margaret Atwood: “Este proyecto cree en el futuro de los seres humanos todavía. Esperemos que sí habrá gente a quienes les interesará leer nuestros libros”.
Tanto los festivales de cine sobre el medio ambiente como la literatura nos abren los ojos a la situación de nuestra realidad. Los momentos de suspenso que creaba Hitchcock en sus películas nos gustan porque no sabemos qué va a pasar en los próximos minutos y esperamos sentir miedo o pavor, una sensación pasajera en términos de una película que termina. El suspenso sobre el futuro de la Tierra es mucho más duro de contemplar. Nos preocupa mucho y nos causa los mismos efectos que la versión de Hitchcock, pero con la diferencia que no sabemos cómo todo va a terminar. Eso sí, el mundo estará viviendo momentos de mucho miedo y total pavor.