Una cosa es que compremos demasiada comida, los que podemos. No sabemos, o no queremos saber, cómo calcular las cantidades correctas. Otra cosa es que no sólo compremos demasiado, sino que además preparemos y cocinemos demasiado. Por lo tanto, mucha comida terminará en la basura. La frescura de los alimentos está dictada por una fecha de caducidad, impresa en el empaque que envuelve el producto, sea éste verdura o fruta fresca o latas, pan, comida preparada, etc. Por ley, la fecha tiene que ser visible y sirve como indicación de cuánto tiempo nos va a durar en el refrigerador o en la alacena.
Muchas personas se niegan a comer mañana lo que se prepararon hoy. No se les antoja o sencillamente creen que ya no está bueno y que les podría hacer daño. Existe mucha ignorancia sobre la caducidad de los alimentos y la ignorancia nutre la duda. Toma un momento, entonces, para descubrir si tú eres una de las muchas personas que compran demasiado y si eres alguien que tira alimentos antes de tiempo. Si contestas SÍ a una o más de las siguientes preguntas, entonces sí eres culpable de desperdiciar comida.
¿Tiro los jitomates que se ven arrugados?
¿Echo a la basura los plátanos cuando se ponen negros?
¿Tiro la lechuga porque se ve un poco marchitada?
¿Creo que las manzanas arrugadas ya no están buenas?
Guardé las tortillas o los frijoles en el refrigerador sin dejarlos enfriar bien y ahora ya no sirven. ¿Soy culpable de esto?
Hay una cosa que no entiendo. La comida no es gratis; pagamos buen dinero por todo lo que consumimos. Hablemos entonces de los hábitos de gasto. ¿Tienes el hábito de tirar dinero a la basura? Claro que no, por lo menos aparentemente; pero cada vez que tiras comida a la basura estás tirando dinero, bastante dinero. Lo terrible es que no nos sobra el dinero; cada mes tenemos que ser más creativos para que nuestro sueldo alcance a cubrir todos los gastos necesarios, sobre todo ahora que están subiendo los precios de los alimentos. ¿Qué sentido tiene, entonces, invertir demasiado en la compra de alimentos que no van a ser consumidos? Sencillamente carece de todo sentido y razón.
Es obvio que muchos alimentos terminan en las bolsas de basura depositadas en los basureros, donde causan problemas de higiene y salud. Es un gran problema que impacta fuertemente sobre el ambiente. Además, uno ve con frecuencia bolsas tiradas en las calles por personas que carecen de conciencia ecológica, personas cuyo egoísmo no tiene límite. Para los perros callejeros es una oportunidad de encontrar algo que comer. Ya están acostumbrados a romper las bolsas de plástico para llegar a encontrar lo que sus narices les señalan. Esparcen la basura por todas partes, lo que se vuelve un serio problema de salud y contaminación para las personas que viven en la zona.
Estamos hablando de miles de toneladas de alimentos desperdiciados alrededor del mundo y en México el problema es muy grave también. Te pido que examines tu conciencia, pienses en las muchas personas que no tiene con qué alimentarse, calcules cuánto dinero estás gastando en comida, realices un ajuste en tus hábitos de compra y no desperdicies alimentos nunca más. Sobra decir que todo residuo orgánico debería ser depositado en la composta de tu casa…