Algo que nos obliga a abandonar nuestras certezas, las cuales nos hacen actuar y reaccionar de una manera automática. La aventura es un estado de la mente, mano a mano con lo desconocido, una manera de concebir nuestra existencia como un campo experimental en el cual estamos obligados a desarrollar nuestros recursos interiores, a encaramarnos por el camino de la evolución personal y a asimilar los valores éticos y morales de los cuales necesitamos como compañeros de viaje."
Sus palabras son inspiradoras y sus creencias le han llevado a crear un proyecto junto con otro suizo André Borschberg, para materializar un sueño: El avión solar. Ya no sólo podremos imaginar los futuros sistemas de transporte que necesitaremos cuando el petróleo se acabe sino informarnos sobre este tema (pues desde hace un tiempo considerablemente corto ya hay en el mercado automóviles eléctricos o híbridos) pues los viajes aéreos mediante energía solar son una realidad. Imagínense volar en un avión que no haga ruido y que no emita ningún tipo de emisiones de carbono. ¿Es posible? Lo es pues un avión, piloteado por André Borschberg, celebró durante este mes de julio un vuelo de 26 horas en total utilizando únicamente la energía solar, tanto de día como de noche.
El proyecto se llama Solar Impulse y es dirigido por los dos pilotos suizos, apoyados por empresas del sector privado. El pasado 8 de julio el Solar Impulse estableció dos nuevos récords mundiales: en número de horas (el vuelo duró 26 horas) y en altura: el avión logró un nueva máxima hasta la fecha para un avión sostenible, al alcanzar los 8,564 metros sobre el nivel del mar.
El avión se ve algo diferente de los aviones tradicionales, dado que sus alas son más largas y tienen una envergadura de 61 metros, debido a la gran superficie requerida para acomodar 12 mil células fotovoltaicas. La energía recibida del sol se almacena en pilas grandes, gracias a ello el avión pudo volar toda la noche sin problemas. De hecho, le sobraba energía suficiente para tres horas más, pero no fue necesario hacer uso de estos recursos pues se había llegado ya al destino. El objetivo de los pilotos es poder circunnavegar el mundo utilizando sólo energía solar y estarán construyendo la próxima versión más avanzada del avión para lograr este reto en el año 2013.
Este importante y reciente logro muestra no sólo la posibilidad de un vuelo perpetuo –que sería extraordinario– sino también la posibilidad de vuelos que no emiten carbono al ambiente en un futuro no tan lejano, y, dependiendo del desarrollo del proyecto, el próximo paso será construir aviones comerciales. Imaginar aeropuertos silenciosos y aviones limpios es algo fantástico y espero que sea una realidad en mi tiempo de vida.
Para terminar, les comparto la maravillosa visión de Solar Impulse: “Cada uno de los grandes aventureros del siglo pasado ha tenido que trabajar duramente los límites de lo imposible. Hoy en día, la búsqueda humana y tecnológica debe continuar con el objetivo de mejorar la calidad de la vida humana. La ambición de Solar Impulse es aquella de aportar una contribución al mundo de la exploración y de la innovación a través de las energías renovables. Escribiendo así las próximas páginas de la historia de la aviación con la energía solar, incluso con una vuelta al mundo sin carburantes ni contaminación, se demuestra de este modo la importancia de las nuevas tecnologías en el desarrollo sostenible, y por supuesto se continúa con los sueños y las emociones en el corazón de la aventura científica”. (http://www.solarimpulse.com)