Es muy fácil sembrar el pánico sin medir las consecuencias. Hasta ahora ha habido un saldo blanco, pero el riesgo de que haya personas lastimadas por una movilización basada en rumores es demasiado elevado.
Los que asumieron esa conducta irresponsable deben saber lo que pueden cargar en su conciencia si las cosas se salen de control.