Las cosas que están en juego en esa clase de conflictos no siempre son por la supervivencia de quienes se dedican a esa actividad, sino que tienen otras connotaciones.
La falta de regulación es uno de los factores que ha hecho proliferar esa actividad, más la complacencia de las autoridades y las ligas mafiosas con organizaciones de todo tipo.
Eso, ya se dijo, no es privativo de un lugar en particular sino prácticamente ocurre en los 33 municipios, lo que habla de que se requiere una respuesta única a fin de evitar conflictos innecesarios, desgastantes y muchos veces por causas absurdas.