Las organizaciones cañeras que abastecen al ingenio Emiliano Zapata desde hace años han sido objetos de señalamientos por su deficiente forma de actuar.
Ahora han sufrido una verdadera crisis, luego de que los transportistas que acarrean la caña de azúcar pararon labores en reclamo de mayores ingresos.
A eso deben sumarse otros problemas, como el aumento de las cañas quemadas fuera de programación o el florecimiento de la planta, que le resta sacarosa.
En pocas palabras, el sistema de aprovechamiento del cultivo ya no funciona, pero está en manos de los productores adoptar medidas de saneamiento.