Hasta ahora, el pospuesto programa de verificación anticontaminante ha estado enfocado a sancionar a los dueños de autos particulares, pero esos cientos de miles de vehículos no producen tanta polución como decenas de miles de unidades del servicio público.
Una vez aclarado dónde está el problema, las autoridades del sector deberían cambiar sus prioridades, si es que buscan el bien público.