Sin embargo, los hombres deberían -así fuera por puro interés- promover la tan necesaria equidad, porque demasiado estudios prueban que los países donde las mujeres han consolidado sus derechos son más prósperos.
Pero aún cuando no se logre ese desarrollo, simplemente es de una elemental justicia hacer verdad ese principio constitucional que habla de la igualdad entre hombres y mujeres.