El reporte disponible sobre los últimos días señala un descenso en la afluencia de turistas, lo cual es explicable porque varias veces, en esta época, llegaron a la zona arqueológica pero se quedaron fuera por esas protestas, que pudieran tener un origen justo pero que no dejan de ser irracionales por el alto costo social y económico que al final generan.
Ahora será necesario invertir mucho dinero para volver a posicionar Xochicalco en la mente de los viajeros, siempre y cuando los que organizan esas protestas salvajes no incurran de nuevo en sus acciones.