Desde su punto de vista científico es posible cambiar la conectividad para que los vecinos de Cuernavaca -los principales afectados por la obra- puedan tener acceso a las ventajas del trazado y disminuir afectaciones que implican recorrer hasta 25 kilómetros cuando un conductor equivoca el carril y queda confinado a la zona central, sin salidas intermedias.
Ayer, un nuevo recorrido de funcionarios de Protección Civil permitió reconfirmar que el paso exprés es extremadamente peligroso en determinadas zonas, mientras que nuestro calificado y destacado colaborador nos dice que la obra es mejorable.
Habría que hacerle caso y tratar de convertir el quebradero de cabeza y la molestia que es ahora en una inversión que repercuta positivamente en la sociedad morelense.