El Congreso local parece haber superado por fin los conflictos internos que durante un mes paralizaron sus actividades.
Finalmente la solución pactada fue la que ya había sido puesta sobre la mesa: bajar veinte por ciento los salarios de los trabajadores de confianza y pagarles las quincenas adeudadas en parcialidades.
Por otro lado, donde parece avecinarse una tormenta es en el Poder Judicial, luego de que la presidencia de ese órgano detalló ayer el alcance de las medidas que planea tomar en contra del sindicato, lo que incluye cancelar la posibilidad de heredar las plazas a los familiares y suprimir beneficios que sólo alcanzan a recibir los dirigentes gremiales.
El sindicato tiene meses en crispación por otras medidas que se le han aplicado de forma unilateral.
Confiemos en que la ciudadanía –los justiciables, en lenguaje de ese sector- no resulte perjudicada si estalla el conflicto interno.