Los hombres detenidos oportunamente por la Policía cuando intentaban sustraer el dinero guardado en varios cajeros automáticos que funcionan dentro de un centro comercial finalmente obtuvieron su libertad con el pago de 500 pesos cada uno y el cumplimiento de algunas condiciones sencillas.
Pese a que fueron atrapados cuando ya habían sometido a varis personas, finalmente la Fiscalía planteó contra ellos una acusación que no se ajustaba al delito cometido, por lo que fácilmente obtuvieron su libertad.
Finalmente fueron acusados de otros crímenes y conforme a la ley obtuvieron beneficios que les permiten estar libres aunque bajo vigilancia.
No se sabe qué acciones se adoptaron en contra de los fiscales que actuaron de forma negligente, pero el caso, muy llamativo por el uso de la fuerza que usaron los detenidos y sus cómplices, es sintomático de lo mucho que se debe corregir.