Los vecinos de la colonia Flores Magón de Cuernavaca que reclaman a Petróleos Mexicanos la falta de supervisión del ducto que transporta combustible hacia la planta de almacenamiento dicen temer un nuevo incendio ante una posible fuga de gasolina, debido a la frecuente actividad de los ladrones de combustible.
Sin embargo, olvidan que desde que esa zona estaba despoblada, las señalas de advertencia para no excavar en el paso del ducto eran demasiado visibles. Por supuesto que eso incluía no construir.
Fue una decisión razonada la que los puso en peligro. Una decisión de carácter voluntario que les llevó a infringir las reglas y que ahora los mantiene al margen de las denuncias en contra de los vecinos que roban combustible.
Pero esa pasividad no puede hoy volverse contra el resto de la población mediante el cierre de calles como medida para presionar a la autoridad.
Quienes se quejan deben mostrar su voluntad de componer las cosas y eso incluye colaborar con las autoridades para frenar la extracción ilegal de gasolina.