La temporada de lluvias ha venido a complicar la vida de miles de morelenses, ya de por sí gravemente afectados por las lluvias.
La tromba que cayó la noche del lunes en Atotonilco provocó los mayores estragos en Tepalcingo y demostró una vez más que ninguna precaución sobra.
Los pasos naturales del agua deben ser liberados a la brevedad para evitar tragedias. La irresponsable ocupación con viviendas y comercios provoca cada año que el patrimonio de los incautos sea dañado. Incluso aquellas personas que respetaron las normas de construcción sufren afectaciones por lo que otros realizan.
Sin embargo, el endurecimiento del clima demuestra que todo se debe corregir a la brevedad porque estamos ante una nueva etapa, que escapa de nuestro control.