Bajo la falsa figura legal de sindicatos se esconden organizaciones que llegan al delito para mantener sus intereses, tal y como lo demostró ayer el incidente en que una representante de locatarios de una plaza pública fue herida a balazos por sus homólogos de otras organizaciones, luego de que no llegaran a acuerdos relacionados con el control del comercio ambulante.
Hay suficientes elementos (principalmente los testimonios de quienes presenciaron el ataque) como para proceder contra los agresores, pero también para poner un freno a esas prácticas de control que pueden constituirse en amenaza para toda la sociedad.