Aunque fue el fatídico socavón lo que originó el mejoramiento del peligroso paso exprés, aún es necesario realizar otros pasos que mejoren esa importante vía de comunicación construida con un derroche de dinero público.
Las protestas sociales lograron que se mejorarán los accesos por el sur, pero la configuración del pavimento en varios tramos ocasiona que los autos se salgan de su trayectoria.
Eso sin contar las columnas con fallas a la vista, los muros que separan los carriles centrales de los laterales y decenas de objeciones más que, sumadas, hacen de ese lugar un peligro.
Ojalá que la actuación de los grupos ciudadanos que se han tomado la tarea de exigir mejoras a las autoridades sea exitosa, pues redundará en el beneficio de la colectividad, que no debe ser indiferente a esos esfuerzos.