Es probable que los conflictos post electorales surjan sólo del reparto de regidurías, pequeños trozos de poder que al final determinan la gobernabilidad en los municipios.
Los reclamos por el cálculo de dichas posiciones se antojan abundantes, pero faltan semanas para verlos resueltos, pues no son prioridad del Tribunal estatal Electoral debido a que las nuevas administraciones municipales entran en funciones hasta el primer día del próximo año.
Hasta entonces, habrá que pedir a los cacicazgos regionales que entiendan el mensaje lanzado por los electores el primero de julio y se cuiden de tratar de torcer lo que dice la lee en materia electoral.
Fue demasiado el entusiasmo y la participación ciudadana como para aguarla con protestas que afecten indebidamente a terceros.
Los tribunales fueron creados para dirimir las controversias y ya es tiempo de que no haya otros caminos que los marcados por la legalidad.