El llamado Movimiento Magisterial de Bases (MMB) un grupo de profesores desligados de su dirigencia sindical, promovió hace años de manera intensa la oposición a los exámenes de permanencia que se le aplican a ese gremio.
Esto dio como resultado el despido de varios profesores, que años después aún no logran solucionar su problema.
Por lo tanto, suena irresponsable el llamado que nuevamente uno de los voceros del MMB realiza, pese a saber el posible resultado de no acatar las disposiciones legales que se aplican a los docentes que trabajan para el gobierno.
Independientemente de las promesas electorales del candidato que ganó la elección presidencial, la evaluación y las sanciones que van ligadas siguen vigentes, y hasta que no se deroguen el riesgo de perder el empleo por cuestionarlas es muy elevado.
La invitación a disentir, entonces, no suena muy racional, excepto si lo que se busca es tener más mártires para promover la causa.